Estados Unidos
Emilú Celis Lara temblaba de emoción cuando la jueza emitía su decisión final en la Corte de Migración del centro de Los Ángeles: ¡Estados Unidos le ha otorgado el asilo político!.
Celís Lara de 30 años de edad huyó de Guatemala hace tres años con sus dos hijas Madelín y Sherlín que ahora tienen siete y cinco años respectivamente. “Mi marido era una golpeador. Yo no quería que mis hijas crecieran mirando esa violencia”, explica, al salir de la Corte.
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Llegó a la frontera con Arizona en 2015 a punto de la inanición con su hija más pequeña al borde de la muerte.
Comenzó trabajando en una fábrica de maquillajes en Los Ángeles pero como no tenía un seguro social bueno, la despidieron. Lo único que le quedo fue conseguir trabajo de ayudante en la construcción. Le pagan 100 o 120 dólares por ocho horas.
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Jamaica Abare, la abogada de las oficinas de inmigración de Eric Price, quien llevó el caso, explica que la guatemalteca desde que llegó a los Estados Unidos se representó ella misma pero a los dos años y medio buscó un representante legal.
En una primera instancia, la jueza rechazó darle el asilo pero lo llevamos a la Junta de Apelación de Migración, quienes pidieron a la jueza reconsiderar el caso ya que Emilú había sido víctima de violencia doméstica extrema. Fue la misma jueza que le había negado el asilo inicialmente, quien lo concedió el viernes 16 de marzo”, explicó Jamaica Abare.